Mantas, abrigos y guantes en clase, la polémica que vive Castilla-La Mancha por la ventilación de las aulas

  • Desde la Consejería de Educación aseguran que no hay aulas interiores y que se ha apostado por una ventilación "programada, puntual y pequeña", aunque en muchas de ellas ventanas y puertas permanecen abiertas toda la jornada.
  • El sindicato CSIF denuncia la ruptura del principio de igualdad que se está produciendo en los centros públicos al tener que ser ayuntamientos y Ampas quienes estén comprando filtros y medidores de CO2 para evitar el enfriamiento de las aulas.

TOLEDO.- Abrigos, guantes e incluso mantas se han convertido en "imprescindibles" de este primer trimestre del curso 2020/2021 en numerosas aulas de Castilla-La Mancha. Una situación en otros momentos improbable, pero a la que ahora se han visto abocados alumnos y profesores al deber mantener ventanas y puertas abiertas para favorecer la ventilación de las clases como medida de prevención de contagios de COVID-19.

Aulas en las que a pesar de la calefacción, cuyo horario se ha ampliado en algunos casos, hace frío y conduce a escenas que no deberían convertirse en lo habitual.

Así lo ha denunciado la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), desde la que lamentan que la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha no se haya decidido aún a la adquisición de purificadores con filtros homologados, "a pesar de haberlos autorizado", y de equipos de medición de CO2 en las aulas, como medida de prevención para evitar los contagios.

Una decisión que se está dilatando "por criterios económicos", lo que ha llevado a que sean las administraciones locales y las asociaciones de padres y madres (Ampas) quienes tomen la iniciativa y encargase tanto de la compra de estos equipos y de su mantenimiento.

Para el presidente del Sector de Educación de CSIF Castilla-La Mancha, José Antonio Ranz, esto está dando lugar a una discriminación en la educación pública de la región, puesto que "hay ayuntamientos o Ampas que sí se lo pueden permitir y otros que no", de modo que "se está rompiendo el principio de igualdad de condiciones".

La instalación de purificadores sería una medida preventiva adicional a la ventilación natural y al uso de mascarillas frente a la bajada de temperaturas -señalan desde CSIF-, mientras que los medidores de CO2 permitirían comprobar que no se superan los niveles permitidos, de modo que no fuera necesario mantener ventanas y puertas abiertas de forma permanente, sino ir regulándolo en función de las necesidades que presente cada aula.

Sin embargo, "en contra de la evidencia científica de la propagación del coronavirus del Covid-19 en aerosoles en espacios cerrados, no se ha procedido a instalarlos".

Acusan por ello a la Consejería de Educación de "lavarse las manos" y únicamente permitir su uso.

En este sentido Ranz subraya que "no puede ser" que durante noviembre y diciembre los alumnos hayan estado en clase con abrigos y mantas, al igual que los profesores, una exposición que considera "inconcebible".

Por ello, y de cara a la vuelta de las vacaciones el 8 de enero, desde el sindicato reclaman a la Junta de Comunidades que adquiera estos purificadores para todas las aulas de la región.

EDUCACIÓN DESCARTA LOS FILTROS

Sin embargo desde Educación se mantienen en la negativa a dotar a las aulas de la región con estos filtros HEPA, argumentando que ya se mantuvieron diversas conversaciones sobre esta cuestión, tanto con autoridades regionales y nacionales como con el propio Ministerio de Desarrollo Sostenible, desde el que se manifestó que estos filtros solo son aconsejables en aquellos lugares donde no haya ventilación natural.

Ventilación que según la consejera, Rosa Ana Rodríguez, tienen todas las aulas de la región, porque no existe ninguna interior. No obstante, y por si acaso por razones de falta de espacio en algún centro se hubieran visto obligados a habilitar algún aula interior, ha pedido a los directores que lo pongan en conocimiento de la Consejería para poder así proceder a la instalación de filtros.

Desde Educación, tal y como explicaba la consejera, se está apostando por la ventilación de las aulas "de una manera programada, puntual y pequeña", de manera que no suponga, en ningún caso, enfriamiento de espacios.

Teoría que, sin embargo, no solo difiere de un centro a otro cuando es llevada a la práctica, sino también en un mismo colegio o instituto en función del propio profesor.

Una situación que ha llevado al alumnado, en cuyas clases en todo momento hay alguna ventana y la puerta abierta, por aquello de la ventilación cruzada, a pertrecharse de mantas y no quitarse el abrigo en todo el horario lectivo.

Enfriamiento de espacios que, según la consejera, no tendría que producirse, pero hoy por hoy, en este final del primer trimestre, es una realidad en numerosas aulas de Castilla-La Mancha.

Al margen de esta situación que se vive en las aulas, Rodríguez ha asegurado que en el Gobierno regional están "satisfechos" con el balance de este primer trimestre en lo referido a la incidencia de la pandemia en los centros escolares.

Así ha precisado que la media de aulas afectadas por contagios es "mucho más baja" de lo que cabía pensar, y la ha cifrado en un 0,17 por ciento en el conjunto de las cinco provincias, porcentaje que aumenta hasta el 0,4 por ciento en alguna de ellas.

Consideran así que las distintas medidas que se han implementado "están dando sus frutos" y han convertido a los centros educativos "en espacios seguros".

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